Imposible comer sólo una.
Estoy realmente sorprendida e ilusionada. Jamás pensé que iba a poder hacerlas yo misma en mi casa... ¡y es que saben igual! Mi hermana dijo al probar la primera: "¡Es que parecen de verdad!" (quiero aclararle que nunca le haría la jugarreta de hacerle probar una de juguete ;p) y mi madre sacó el titular de "Están superiores". Así que para los amantes de las Catanias, tenéis que probar de hacerlas ni que sea una vez en vuestra vida. Y para los que no las habéis probado nunca, ¡tenéis que probarlas mañana mismo! ;)
Las Catanias son un dulce típico catalán, de Vilafranca del Penedès, hechas con almendra tostada caramelizada, cubierta de un praliné y rebozada en cacao. Sólo tienen un problema: crean adicción.
Ingredientes: (para unas 80-85 catanias)
- 125g. de almendras crudas peladas Marcona (son un tipo de almedras que son redonditas y gorditas, en lugar de alargadas)(no las encontré ni en Mercadona, ni Lidl, ni Consum. Las encontré en el supermercado Sorli Discau, de su propia marca).
- 90g. de azúcar
- 200g. de chocolate blanco
- 10g. de mantequilla
- Cacao en polvo puro (yo usé el de la marca Valor) mezclado con Colacao (esta fue la clave, porque con el cacao puro solo, quedaba demasiado amargo y las catanias que venden en las pastelerías no son para nada así; así que este es mi truquillo y queda perfecto ;p)
Elaboración:
Ponemos las almendras en una bandeja con papel de horno. Las separamos de manera que no estén unas encima de otras.
Las tostamos en el horno con el gratinador al máximo y les vamos dando vueltas con una cuchara de madera para que se doren por igual. Entre 10 y 15 minutos serán suficientes. Importante no tostarlas demasiado porque el sabor no será tan bueno. A la que las veamos doraditas por igual las sacamos.
Hacemos un caramelo: ponemos el azúcar en un cazo, espolvoreamos con un poquito de agua y cuando veamos que cambia a color doradito lo apartamos del fuego.
Echamos 90g. de las almendras tostadas en el caramelo (seleccionamos que estén enteras). El resto de almendras las reservamos. Removemos las almendras en el caramelo y rápidamente las vamos sacando y dejando enfriar sobre un papel sulfurizado (cuidado porque se pegan unas con otras y entonces tienes que separarlas con los dedos y te quemas un poco, por eso lo de hacerlo rápidamente; si encuentro una forma infalible de hacerlo lo pondré).
Si alguna almendra tiene caramelo en exceso lo cortamos con un cuchillo.
El caramelo que nos queda lo dejamos enfriar sobre el papel sulfurizado (no entretenerse para que no se nos enfríe en el cazo :p)
Una vez frío el caramelo, lo trituramos junto con los 35g. de almendras que nos han sobrado (las rotas, partidas y alguna que otra entera).
Rebozamos la almendras por este polvo que hemos obtenido de las almendras y el caramelo.
Deshacemos el chocolate blanco junto con la mantequilla al baño maría y le añadimos una cucharada del polvo de almendra y caramelo que nos ha sobrado.
Bañamos las almendras en el praliné que hemos hecho y las dejamos sobre papel sulfurizado.
(Tengo que decir una cosa que igual suena rara pero que a mí me fue muy bien para la segunda tanda de catanias que hice. Sabéis lo difícil que es el chocolate blanco de trabajar, que a veces a la que te despistas pasa del estado líquido a un estado pastoso odioso según lo que quieras hacer. ¡Pues ese estado pastoso es maravilloso para hacer las catanias! Te permite redondear con las manos perfectamente esta capa de praliné blanco envolviendo la almendra).
Si no os convence mi truco de dejar que el chocolate blanco se quede pastoso (cosa que pasa con el chocolate del Día, quieras o no, jejee), después de bañarlas en el praliné de chocolate blanco y dejarlas en papel sulfurizado, las dejamos en la nevera unos 15 minutos para que endurezca un poco el chocolate y luego las sacamos y terminamos de darles la forma más redondeada.
Hechas con el chocolate líquido y dejadas enfriar en la nevera |
Hechas con el chocolate pastoso |
Rebozamos las almendras en esta mezcla de cacao. Una forma rápida de hacerlo es echar la mezcla de cacao en una bolsa de plástico, añadir las almendras y remover.
Ponerlas en una bombonera o similar y un ratito a la nevera. Luego... ¡ponte a prueba!
¿¿¿Podrás comerte sólo una???
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